La Travesía de Doñana une Mazagón y Chipiona en dos jornadas de navegación

La costa andaluza volvió a ser escenario de una nueva edición de la Travesía de Doñana, una de las actividades náuticas más antiguas organizadas por la asociación convocante. En esta ocasión participaron siete barcos, que completaron en dos días de navegación el recorrido entre Mazagón y Chipiona, un trayecto cargado de tradición y compañerismo.

Un recorrido entre naturaleza y deporte

La travesía combina el esfuerzo deportivo con el privilegio de navegar junto a uno de los enclaves naturales más emblemáticos de Andalucía: el Parque Nacional y Natural de Doñana. Durante las dos jornadas, los participantes tuvieron que adaptarse a las condiciones propias del Atlántico andaluz, donde mareas y corrientes ponen a prueba la pericia de capitanes y tripulaciones.

Cena y convivencia en Chipiona

El puerto deportivo de Chipiona acogió la llegada de las embarcaciones y la tradicional cena de hermandad. Fue un encuentro marcado por el buen ambiente, las anécdotas compartidas y el espíritu de camaradería que caracteriza a esta cita. Los participantes destacaron el valor de convivir y estrechar lazos tras la experiencia en el mar.

Entrega de premios en octubre

La entrega oficial de premios tendrá lugar el 12 de octubre en la sede de la asociación. En el acto se reconocerán tanto los logros deportivos como los valores de compañerismo y respeto al entorno que definen esta regata.

Una tradición con historia

La Travesía de Doñana cuenta con un largo recorrido histórico. En ediciones anteriores, como la celebrada en 2014 bajo el nombre de “Travesía Costa Doñana”, la prueba ya unía Mazagón con Chipiona, combinando navegación con momentos de convivencia en tierra firme. A lo largo de los años, este equilibrio entre deporte y vida social ha consolidado a la travesía como una cita esperada en el calendario náutico andaluz.

Más que una regata

Más allá de la competición, la Travesía de Doñana se ha convertido en un ritual marinero que celebra la pasión por el mar y refuerza la identidad costera. Barcos surcando las aguas, cenas compartidas y el reconocimiento a la labor de los participantes hacen de cada edición una experiencia única.

Con la vista puesta en el futuro, la asociación organizadora confía en seguir sumando ediciones y mantener viva una tradición que une deporte, naturaleza y amistad en las costas de Andalucía.

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